Las oscilaciones de temperatura a lo largo del día se minimizan gracias a la alta capacidad de absorción del calor. Al mismo tiempo, se reduce claramente el absoluto calentamiento de espacios.
La celulosa logra muy buenos valores de aislamiento acústico.
En general podemos decir mientras más alta sea la densidad aparente, más alto es el grado de absorción acústica del elemento de construcción.
Es capaz de almacenar humedad sin perder propiedades de aislamiento, provocando un efecto regulador.